Las japonesas son todas naturales: pechos y coño. No se inyectan silicona, no se afeitan. Y a los hombres les encanta. Y yo le metería la mano en el coño en lugar del dedo, para que se afeite el coño la próxima vez. Por supuesto, estas hembras domésticas fingen que son tan tímidas e indefensas, pero el jugo que gotea demuestra que a ella le gusta mucho. Y el marido le masturba el clítoris a su antojo: ¡ella es sólo un juguete para su pene!
Pues al parecer tenía muchas ganas de follarse a su madre, así que se folló a su hermano/hijo, no sé cómo llamarlo, pero a juzgar por los gemidos de ambas partes les gusta mucho este sexo. Aunque en principio, para qué sorprenderse si el hermano es tan yadda, pues claro que el sexo con él tendría que ser del gusto de ambos, y así resultó. Me sorprende que mi padre no se haya unido, porque eso pasa siempre.
Yo también me la quiero follar.