Como un pez de colores que los pescadores sacaron a la orilla con una red. Cómo sabía lo que habían deseado, que se convirtiera en rubia. Sin embargo, también tuvo que hacer realidad su segundo deseo: dejarles entrar en todas sus rendijas. Creo que también conseguirá su tercer deseo: ¡chupar un coche! Así que ahora tiene que quedarse en tierra firme un poco más que con el abuelo del cuento. ¡Porque parece que a ella también le gusta chupar y tragar!
Hay que preparar a los jóvenes para la edad adulta, para que estén preparados para usar sus genitales de forma adecuada y segura. La señora les muestra la técnica del coito, les enseña a chupar y tragar y les demuestra con ejemplos personales cómo conseguir un orgasmo. A los jóvenes les gusta mucho la lección: absorben todos los conocimientos con verdadero interés. La mujer adulta parece bastante satisfecha con el resultado. No me cabe duda de que repetirán la lección por su cuenta.
Alexandra, ¿puedes mostrarme?