Que misteriosos son los policías de hoy en día, con cualquier pretexto van al palo del té. Y el ama de casa es muy agradable, también iría a ella. Era una tía muy avanzada, me la daba en todos los agujeros sin problema. ¡Maldita sea, yo también quiero un ama de casa así! Qué suerte tuvo el tío, estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado, se la folló bien.
No me lo puedo creer. He leído repetidamente en la prensa occidental que ese comportamiento de sus directivos se considera una ofensa grave, que raya en lo delictivo. Como si a un subordinado se le causara un sufrimiento moral insoportable, que luego le persigue durante muchos años.
Ese es el tipo de profesión que se consigue. La profesión de profesor en Occidente no sólo se valora por su salario, sino que a las jóvenes alumnas no les importa montarte la polla con tal de que les pongas mejor nota. Esta vez tuvo suerte, dos rubias encantadoras, mmm...