El hijastro se volvió loco: ¡pidió a su madrastra que le ayudara a descargarse! Al final ella sólo accedió a hacerlo una vez. Ja, ja, ja, y luego ella misma admitió que su papá nunca la había jalado tan bien. Atrapó al pez en un anzuelo - ¡ahora revoloteará en él durante mucho tiempo!
Ese es el tipo de profesión que se consigue. La profesión de profesor en Occidente no sólo se valora por su salario, sino que a las jóvenes alumnas no les importa montarte la polla con tal de que les pongas mejor nota. Esta vez tuvo suerte, dos rubias encantadoras, mmm...
Delgada, por supuesto, señora, pero muy apasionada y descarada. ¡Y para seducir a un hombre tan francamente - que puede soportar, y no para pegar a sus bolas! El hombre normalmente trabajó la dama en diferentes poses interesantes, excepto que no prestó atención a cómo entreabrir su ano durante el sexo. Así que creo que debería haber puesto su polla en el ano de la señora también.
Genial. Sexo