El entrenador llamó a la gimnasta no lo suficientemente sexy y apasionada, pero esto enfureció a la rubia. ¿Y cómo podía demostrar que no lo era? Sólo exponiendo sus pechos. El gallo maduro apreció inmediatamente sus encantos y le dio un golpe en la mejilla. Bueno, esa es la forma en que muchas chicas se abrieron camino en los grandes deportes o en el escenario. Las feromonas y una cara bonita hacen su trabajo. ¡Pero el arte requiere sacrificio!
Excelente